Mujeres que marcaron la historia: Julia Bartlett

Retrato de Julia Bartlett, n.d. PA00007.06. Fotógrafo desconocido.

Junto con Calvin Frye, Julia Bartlett fue la asistente y colaboradora de mayor antigüedad de Mary Baker Eddy. Julia nació en East Windsor, Connecticut, en 1842. Sus padres habían fallecido para cuando cumplió 16 años, y ella y sus cinco hermanos más jóvenes debieron valerse por sí mismos. “Esta experiencia no me pasó desapercibida”, comentaría más tarde, “y estoy muy agradecida de que llegó un momento en que pude olvidar y perdonar todas las aparentes penurias del pasado, y amar sinceramente a aquellos que las habían provocado…”¹

Para la década de 1870, Bartlett sufría de enfermedades crónicas y estaba desesperada por sanarse. Según su reminiscencia, la esperanza le llegó en forma de una carta de una amiga, quien compartió con Bartlett el mensaje de la Ciencia Cristiana. Mandó a buscar el libro de Mary Baker Eddy, Ciencia y Salud, y también le pidió ayuda por medio de la oración a un practicista de la Ciencia Cristiana. Su amiga le mencionó esta solicitud a Mary Baker Eddy, quien le recomendó que Bartlett se comunicara con su esposo, Asa. G. Eddy. Poco después, Bartlett había sanado.

En 1880, tomó instrucción de clase de la Ciencia Cristiana con Mary Baker Eddy y se hizo miembro de la Iglesia de la Ciencia Cristiana en 1881. Desde 1880 hasta su fallecimiento en 1924, Bartlett sirvió al movimiento de la Iglesia con gran vigor y devoción. Un ejemplo de ello ocurrió después del fallecimiento de Asa Eddy en 1882. En esa época, Mary Baker Eddy había dejado a Bartlett a cargo del Colegio de Metafísica de Massachusetts, mientras ella permanecía en Vermont. Ella se sintió impresionada con el trabajo de Bartlett durante su ausencia. “Estoy satisfecha y casi orgullosa de tu capacidad ejecutiva. Tú eres la muchacha indicada para mí”, le escribió en una carta fechada el 31 de julio de 1882.² Mientras trabajaba como practicista y maestra de la Ciencia Cristiana, Bartlett fundó la “New England Academy of Christian Science” [Academia de la Ciencia Cristiana de Nueva Inglaterra] en 1887. Su propósito era “enseñar y promulgar la Verdad como la declara la Ciencia Cristiana, incluida la práctica de la curación por la Ciencia Cristiana”.³

Pocos años después de haber tomado clase con Mary Baker Eddy, Bartlett ya se desempeñaba como embajadora de la Ciencia Cristiana más allá de la zona de Boston. Ella fue una de las primeras personas en llevar la nueva religión al estado de Vermont. A pesar de que Mary Baker Eddy había dado una charla allí, en el pueblo de Barton en 1882, la Ciencia Cristiana aún no había logrado establecerse. Pero eso cambió en 1884. Una mujer a quien Bartlett había sanado en Nuevo Hampshire, regresó a Vermont y relató su curación. El resultado de su “apariencia de salud y fortaleza perfectas” fue una invitación para que Bartlett diera una charla.⁴ Ella recordó en su reminiscencia:

Les escribí diciéndoles que daría una charla informal en la noche. Al llegar a la hora señalada, me encontré con la joven quien dijo que había tanta gente que quería saber acerca de la Ciencia Cristiana, que habían decidido que hablara en una iglesia. Ella no imaginaba lo que eso significaba para mí. Sentí que no estaba preparada en absoluto para dirigirme a un público tan grande, puesto que no había pensado en lo que iba a decir, ya que esperaba encontrarme con un pequeño grupo en una casa privada. Cuando llegamos a la iglesia y vi que estaba repleta, por poco pierdo el valor. Pero luego pensé: “Esta es la obra de Dios y Él se ocupará de ella”, y tomé mi lugar sin temor y me dirigí al público sin dificultad alguna; muchos creyeron y varios fueron sanados.⁵

Julia Bartlett se convirtió en una representante capaz y activa de Mary Baker Eddy y la Iglesia de Cristo (Científico), fundada en 1879. Se desempeñó como miembro de su Junta Directiva, su tesorera y su presidente. (Mary Baker Eddy y sus alumnos reorganizaron la iglesia en 1892 con un nombre nuevo, La Primera Iglesia de Cristo, Científico). Bartlett practicó la curación por medio de la Ciencia Cristiana hasta su fallecimiento, y vivió algunos años en el barrio Allston de Boston.

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