De los Documentos: Informes de curaciones
El 1o de diciembre de 1884, la Iglesia de Cristo (Científico) aprobó varias resoluciones, describiendo la misión sanadora de la Iglesia y la función que cada uno de sus miembros desempeñaba:
… si bien comprendemos el rápido crecimiento y recibimos con agrado el hecho de la difusión por todo el mundo de esta gran verdad de que la mente, la Verdad, la Vida y el Amor, Dios, como la enseña y explica nuestra Pastora, sana a los enfermos, y cuando se comprende saca a relucir la perfección de todas las cosas: también nos damos cuenta de que debemos usar más energía y realizar labores más abnegadas para establecer estos mandamientos de nuestro Maestro y las enseñanzas de nuestra Pastora: —es decir, sanar a los enfermos, predicar el evangelio y dar nuestro testimonio de la Verdad.1
El equipo de los Documentos de Mary Baker Eddy ha investigado la correspondencia del año anterior e inmediatamente posterior a estas resoluciones, revelando por qué fueron aprobadas y enfocadas en la misión sanadora de la Iglesia. Los estudiantes de Mary Baker Eddy, y otras personas que estaban aplicando sus enseñanzas, le escribieron informando acerca de las curaciones que ellos y sus pacientes habían experimentado. Estas no eran simplemente historias positivas, sino que le mostraban a Mary Baker Eddy que sus enseñanzas eran comprendidas y demostradas. Esto era especialmente importante, porque recientemente ella había comenzado a preparar a otros para enseñar la Ciencia Cristiana; ella ya no era la única mensajera.2 A medida que la Ciencia Cristiana se extendía más allá de su alcance, por todos los Estados Unidos y mediante otras personas, era fundamental para ella saber que su misión sanadora estaba teniendo éxito.
Por ejemplo, Samuel H. Howes, Jr., le escribió a Mary Baker Eddy el 31 de enero de 1884, dando testimonio de una curación que había experimentado como paciente de su alumna Janet T. Colman:
Tengo el honor y el placer de anunciar al público, que he sufrido muchísimo durante veinte años de lo que todos los Médicos llamaron Envenenamiento Palúdico que lleva a la Diarrea crónica y a la enfermedad del corazón. He sido tratado por muchos Médicos y tomado muchos remedios, pero no recibí ningún beneficio duradero de ninguno de ellos, y había llegado a la conclusión de que debía permanecer enfermo el resto de mi vida. por pura casualidad oí hablar de la Ciencia Cristiana y de la Sra- Janet T. Colman una de sus Alumnas y Científica. y estuve bajo su tratamiento durante Ocho semanas, tiempo en el que ella me sanó. Realmente puedo decir que me siento perfectamente bien, y puedo comer cualquier cosa sin tener ningún mal resultado, algo que no podía hacer antes de su tratamiento. La Ciencia Cristiana ha hecho todo esto por mí y más también. Le debo mi vida a Dios y, a la C. C.3
En enero de 1885, Mary L. Connable le escribió a Mary Baker Eddy acerca del éxito de los Científicos Cristianos en Petoskey, Michigan. “Los casos crónicos ceden a tratamientos repetidos, los ataques agudos son controlados de inmediato”, informó. Connable dijo que un grupo de personas había estudiado Ciencia y Salud juntos y querían saber qué hacer a continuación:
¿Cómo podemos formar una organización filial aquí? ¿Puede darnos alguna idea con respecto a la constitución, los estatutos y la metodología? Conociendo su deseo de promover esta gloriosa causa, y deseosa de hacer todo lo posible para difundir el conocimiento de este evangelio de curación, me aventuro a hacer estas preguntas.4
Mary Baker Eddy fue regularmente mentora de estos alumnos mientras se embarcaban en sus prácticas de curación y establecían la Ciencia Cristiana por todo el país. Ella lo hizo de muchas maneras: a través de cartas, conversaciones, reuniones de asociación de la Ciencia Cristiana y mediante sus escritos publicados. Un estudiante, George B. Wickersham, escribió a Mary Baker Eddy en marzo de 1885 sobre su práctica de la Ciencia Cristiana y su deseo de tal vez irse de Chicago.5 Ella respondió:
Fue un placer recibir noticias de usted y estoy segura de dondequiera que vaya le irá bien. Nuestro Padre está presente en todas partes y es Su presencia y poder lo que sana. No es el poder de una mente sobre otra, no es la transferencia de pensamientos mortales lo que sana, sino la Verdad divina que nos hace libres6
Jennie B. Fenn llevó la curación mediante la Ciencia Cristiana a Nebraska y envió informes a Mary Baker Eddy sobre su práctica. Fenn le escribió el 3 de julio de 1885:
El miércoles, recibí un telegrama de una Señora a quien he sanado, para tratar a una Señora en [la ciudad de] Beatrice —Creencia Muerte— recibí el despacho alrededor de las 9 de la Noche[.] Me senté e hice un tratamiento hasta la una, y sentí dentro de mí que ella estaba mejor, Al día siguiente jueves recibí una llamada telefónica de Beatrice, Diciendo que la Sra. Morrison estaba mejor, pero bastante débil, Oh Sra. Eddy si pudiera hablar con usted por tan solo una hora. Estoy esperanzada, y animada, con mi trabajo.7
Edward H. Hammond, quien tomó la clase Normal con Mary Baker Eddy en 1885, le escribió en diciembre de ese año para tenerla al tanto sobre su trabajo en Washington, DC, y Grand Rapids, Michigan. De su tiempo en la capital, explicó: “Di mi primera [conferencia] ante unas 60 personas, continué dando conferencias unas dos veces por semana. Encontré cierta manifestación de interés, al principio, que fue en aumento gradualmente”. Informó que enseñó una clase en Grand Rapids y agregó: “He dado conferencias aquí varias veces y he tenido innumerables charlas sociales. He tomado pacientes y los estoy sanando de una manera profesional”.8
Escribiendo desde Denver, Colorado, el Año Nuevo de 1886, Minnie B. Hall DeSoto solicitó a su maestra: “Sra. Eddy por favor lea esto. No es una carta personal, sino por el bien de la Causa”. Luego describió la curación de ceguera y cojera de su madre, así como la curación de “un hombre que había usado muletas durante 14 años y ahora camina muy bien sin muletas”.9
Mary Baker Eddy se basó en estos informes para confirmar que sus estudiantes eran capaces de demostrar sus enseñanzas de manera eficaz. Estas personas llevaron a cabo la misión sanadora de la Iglesia de Cristo (Científico), como habían prometido en aquellas resoluciones que redactaron a fines de 1884: “sanar a los enfermos, predicar el evangelio y dar su testimonio de la Verdad”.
Este blog también se puede leer en este sitio Web en alemán, francés, inglés y portugués.
- Iglesia de Cristo (Científico), Resoluciones, 1o de diciembre de 1884, L09675, https://mbepapers.org/?load=L09675.
- Mary Baker Eddy comenzó a dictar clases Normales en su Colegio de Metafísica de Massachusetts en agosto de 1884. Estas prepararon a los sanadores de la Ciencia Cristiana, quienes ya habían tomado la clase Primaria para enseñar a sus propios alumnos.
- Samuel H. Howes, Jr., a Mary Baker Eddy, 31 de enero de 1884, 679B.76.020, https://mbepapers.org/?load=679B.76.020.
- Mary L. Connable a Mary Baker Eddy, 27 de enero de 1885, 659A.70.045, https://mbepapers.org/?load=659A.70.045.
- https://www.marybakereddylibrary.org/es/research/de-los-documentos-guia-para-los-nuevos-sanadores.
- Mary Baker Eddy a George B. Wickersham, 19 de marzo de 1885, L07907, https://mbepapers.org/?load=L07907.
- Jennie B. Fenn a Mary Baker Eddy, 3 de julio de 1885, 277.41.006, https://mbepapers.org/?load=277.41.006.
- Edward H. Hammond a Mary Baker Eddy, 15 de diciembre de 1885, 075.18.002, https://mbepapers.org/?load=075.18.002.
- Minnie B. Hall DeSoto escribió a Mary Baker Eddy, 1o de enero de 1886, 223A.37.001, https://mbepapers.org/?load=223A.37.001.