¿Qué pensaba Mary Baker Eddy sobre la teosofía?
En la historia religiosa y filosófica de los Estados Unidos, 1875 fue un año notable. Fue el año de la primera publicación del libro de texto de Mary Baker Eddy sobre la Ciencia Cristiana: Ciencia y Salud. Fue también el año de fundación de la Sociedad Teosófica, una organización que dio forma institucional a una compleja filosofía.
Helena Petrovna Blavatsky (1831-1891) desarrolló las enseñanzas de la teosofía. Incluían una mezcla ecléctica de filosofías orientales, la creencia en la reencarnación y el espiritismo. Blavatsky afirmaba que algunas de las enseñanzas que incorporó a la teosofía procedían de los “mahatmas”, adeptos que vivían en el Himalaya. Enseñaba que Jesús fue uno de varios grandes maestros religiosos y éticos, pero que no tenía una conexión única con “el Cristo”, lo que denotaba un estado místico interior.1
Blavatsky y sus seguidores consideraban que la teosofía representaba la síntesis definitiva de la religión, la filosofía y la ciencia, y sintieron que abriría el camino hacia una etapa más avanzada en la evolución espiritual de la humanidad. La teosofía también incluía enseñanzas sobre lo que consideraban los poderes de la mente humana: poderes inmensos, pero a menudo no realizados.2
La Ciencia Cristiana provocó críticas agudas de Blavatsky y otros teósofos, comenzando con la crítica de Blavatsky de 1889 en la revista Lucifer. Ese artículo, y otros similares, se publicaron más tarde en el folleto Some of the Errors of Christian Science [Algunos de los errores de la Ciencia Cristiana]. Dos argumentos se utilizaban una y otra vez. Primero, que las enseñanzas de la Ciencia Cristiana no eran realmente espirituales, sino que resultaban de la aplicación ignorante de los poderes de la mente humana. Blavatsky dijo en su mensaje a la Convención Teosófica Estadounidense de 1890: “Entiendan de una vez por todas que no hay nada ‘espiritual’ o ‘divino’ en NINGUNA de estas manifestaciones. Las curaciones efectuadas por ellos se deben simplemente al ejercicio del poder oculto en los planos más bajos de la naturaleza…”.3
Segundo, los teósofos sostenían que las curaciones producidas por la Ciencia Cristiana interferían con la operación natural de la ley del karma. Creían que las enfermedades de la vida actual eran el resultado de malos pensamientos o acciones en una encarnación pasada, y que se debía permitir que esas enfermedades siguieran su curso para cumplir con la ley kármica. Los teósofos creían que si se eliminaban los síntomas de una enfermedad mediante la Ciencia Cristiana, la esencia de la enfermedad permanecía como un “caso no cerrado” que “seguramente aparecería nuevamente en algún otro momento, ya fuera en esta o en otra vida”.4
Aun cuando algunos críticos de la Ciencia Cristiana afirmaban que se parecía a la teosofía, Mary Baker Eddy hizo una distinción entre religión y teosofía en sus escritos publicados y en sus cartas. Escribió que la teosofía podía impedir la aceptación y la demostración de la curación por la Ciencia Cristiana. Por ejemplo, en su libro No y Sí explicó que la teosofía “se derivó de la filosofía oriental del brahmanismo e incluye una mezcla de su magia y sus encantamientos. La teosofía no tiene más afinidad con la Ciencia Cristiana que el olor del upas con el dulce álito de la primavera…”.5 No sabemos exactamente cuándo Mary Baker Eddy conoció el movimiento teosófico. Pero sus primeras referencias a él aparecen en la segunda mitad de la década de 1880, lo cual no es sorprendente, ya que por entonces la Sociedad Teosófica tenía filiales en 14 ciudades de Estados Unidos. Por ejemplo, el Christian Science Journal de octubre de 1886 incluyó una carta de la Sra. H. D. Cope y la respuesta de Mary Baker Eddy. Para comprender mejor la Ciencia Cristiana, Cope —y sin saber lo que era la teosofía— había asistido a una clase con un teósofo, quien recomendó a la clase que estudiara Esoteric Buddhism [Budismo esotérico], obra del teósofo Alfred Sinnett. Más tarde, Cope le escribió a Mary Baker Eddy lo siguiente:
Ahora estoy totalmente confundida y desorientada. No puedo reconciliar la teosofía con la vida y las enseñanzas de Cristo Jesús. En consecuencia, no puedo reconciliarla con las enseñanzas que usted imparte. ¿Podría ayudarme?
Luego, ella pasó a describir algunas de las enseñanzas del libro de Sinnet.
La respuesta de Mary Baker Eddy refutó esas enseñanzas y recomendó a Cope que “abandone cualquier otra lectura y por el momento dedíquese por completo a la lectura de las Escrituras y mi obra, Ciencia y Salud… Si sigue este curso de acción, ganará consuelo y luz”. Terminó su nota respondiendo la pregunta de Cope de si era posible creer tanto en la teosofía como en la Ciencia Cristiana y tener éxito en la curación: “Mi respuesta es ¡No! ‘Sería como intentar pasar un camello por el ojo de una aguja’. Cristo es el camino…”.6
Salvo que los Científicos Cristianos practiquen el cristianismo puro, advirtió a su alumna Ellen Linscott, “la Ciencia Cristiana desaparecerá y será reemplazada por “las escuelas del gnosticismo y la teosofía”.7 Dos meses después, Mary Baker Eddy escribió lo siguiente al esposo de Ellen, John Linscott:
Aquí [en Boston] se formó una sociedad teosófica y vi una lista de los libros y sus contenidos que enseñan cómo practicar el temor, el amor (amor libre, obviamente), el odio, la enfermedad, etc., etc. Y también cómo empoderar a los espíritus a su voluntad. Ahora bien, querido alumno, doy gracias a Dios de que usted no fue arrastrado a su trampa…8
Más tarde, Hermann Hering escribió sobre una entrevista que había tenido con Mary Baker Eddy, en la que ella le dijo: “Debes tratar la teosofía a diario”. Hering prosiguió:
Habiendo aprendido tanto sobre la teosofía y sabiendo cuán vasto es este tema y su gran diversidad de obras malignas, me incliné hacia adelante y le pregunté si se estaba refiriendo a una fase de la teosofía en particular, o que debía tratarse. La Sra. Eddy respondió: “Afirman que pueden provocar acontecimientos”. Dijo que allí estaba el gran peligro y la principal pretensión a tratar…9
Mary Baker Eddy rechazó la teosofía, pero instó a los Científicos Cristianos a no atacar personalmente a sus adherentes. Ella incluyó el estatuto “Caridad hacia todos” en el Manual de La Iglesia Madre:
Si bien los miembros de esta Iglesia no creen en las doctrinas de la teosofía, el hipnotismo, o el espiritismo, no abrigan ninguna enemistad hacia los que creen en tales doctrinas, y no los dañarán. Pero cuando Dios llamare a un miembro a que dé testimonio de la Verdad y a defender la Causa de Cristo, deberá hacerlo con amor y sin temor.10
Aunque menos prominentes hoy en día, algunos elementos de las enseñanzas teosóficas aún favorecen el desarrollo de diversos enfoques del espiritismo, así como de grupos que los promueven.
Lecturas relacionadas: “¿Tiene El Jardín secreto alguna relación con la Ciencia Cristiana?”
Este blog también se puede leer en este sitio web en alemán, francés, inglés y portugués.
- Pablo D. Sender, “Mahatmas versus Ascended Masters” [Los mahatmas versus los maestros ascendidos], Quest, verano de 2011, 107-111.
- Véase Annie Besant, Thought Power: Its Control and Culture [El poder del pensamiento: Su control y cultura] (London y Benares: Theosophical Publishing Society, 1901).
- H. P. Blavatsky y W. Q. Judge, Some of the Errors of Christian Science [Algunos de los errores de la Ciencia Cristiana] (Point Loma, California: Aryan Theosophical Press, 1907), 5.
- Ibíd., 10.
- Mary Baker Eddy, No y Sí (Boston, The Christian Science Board of Directors), 14.
- Mary Baker Eddy, “Questions Answered” [Preguntas contestadas], The Christian Science Journal, octubre de 1886, 160-161.
- Mary Baker Eddy a Ellen Linscott, 8 de marzo de 1887, L11008.
- Mary Baker Eddy a John Linscott, 15 de junio de 1887, L11033.
- Hermann S. Hering, “Memoirs of Professor Hermann S. Hering, C.S.B.” [Memorias del Profesor Hermann S. Hering, CSB], sin fecha, Reminiscencia, 24.
- Mary Baker Eddy, Manual de La Iglesia Madre, 89a edición (Boston, The Christian Science Board of Directors), 47-48.