Conferencia de Mary Baker Eddy en Attleborough
Situada a cuarenta millas al suroeste de Boston, Attleborough (Massachusetts) jugó un papel poco conocido en la expansión del movimiento de la Ciencia Cristiana. A principios de la década de 1880, la población estaba alcanzando los 12,000 habitantes y pasando por una transición: de la fabricación de textiles a convertirse en un centro de fabricación de joyas. Fundada como ciudad en 1914, su ortografía cambió oficialmente a Attleboro; en 1950 se la denominaría “La Capital Mundial de la Joyería”.1
La década de 1880 también marcó un momento de transición para Mary Baker Eddy y la incipiente Iglesia de Cristo (Científico), la cual había fundado en 1879. La iglesia, que celebraba servicios con regularidad en Boston, donde Eddy acababa de alquilar su Massachusetts Metaphysical College, estaba ganando seguidores. A los pocos años, Eddy declaraba que la capital del estado era “un hervidero con el fermento de esta gloriosa ‘levadura’”.2 Eddy se dedicó a compartir su descubrimiento lo más ampliamente posible, no solo en la ciudad más importante de Nueva Inglaterra, sino en cualquier lugar donde se pudieran encontrar personas receptivas. Así que, en diciembre de 1881, se dirigió a Attleborough para dar una conferencia de la Ciencia Cristiana a una nueva audiencia en un entorno nuevo.
George D. Choate se encargó de preparar el evento. Un alumno de Eddy, quien llevaba a cabo su propia práctica de curación de la Ciencia Cristiana en Attleborough, era miembro activo del movimiento de la Ciencia Cristiana en aquel tiempo.3 Mientras se dedicaba a la práctica en Attleborough, Choate había sanado a la esposa de Eliot Hunt, así como a su hija. Hunt, entusiasta, era propietario del periódico Attleborough Chronicle y demostró ser un contacto valioso.
Hunt accedió a asistir a la conferencia de Eddy, programada para el 2 de diciembre, y a publicar una reseña de la misma. Entonces, tres días antes de la fecha, Choate escribió a Eddy dándole malas noticias:
Lea esta carta y ayúdeme, aconséjeme y muéstreme la salida o estaré de inmediato con el agua al cuello, y usted y Dios saben que esto es falso. Pensé que tenía todo listo para el viernes por la noche, pero he sabido que habrá una cantata en la iglesia.4
Si bien no conocemos la respuesta de Eddy, su conferencia se celebró (la crítica apareció en la edición del 17 de diciembre del Chronicle). Lo más probable es que ella diera la conferencia el viernes 16 de diciembre. Lamentablemente, los únicos registros existentes de la conferencia son la carta de Choate y las palabras publicadas de Hunt: el lugar y el título siguen siendo un misterio. En 1881, Eddy había ofrecido muchas conferencias en Boston, con títulos como “Cómo el cristianismo perdió su elemento de curación”, “La curación cristiana en contraste con el mesmerismo” y “Cómo estar sano y ser feliz”. Es posible que la conferencia de Attleborough fuera una de estas, o una miscelánea de las mismas.
Por un lado, Hunt culpaba a Eddy en la reseña de tratar de cubrir demasiado contenido, “bajo la desventaja de tener que agrupar en una sola conferencia lo que realmente pertenece a tres”,5 mientras que consideraba que Ciencia y Salud proporcionaba una explicación más clara de sus ideas. Su sincera reseña también incluía la observación de que gran parte de la audiencia recibió las ideas de Eddy con asombro:
…el tema tratado, “la Ciencia Cristiana o la curación metafísica”, y la forma de tratarlo, eran tan nuevos y sorprendentes, y tan adelantados a las ideas y opiniones sobre la vida de quienes escuchaban, que no es de extrañar que no entendieran a la Sra. Eddy, y que muchos de ellos salieran de la sala de conferencias con expresiones de perplejidad y sacudiendo la cabeza indecisos.6
Pero Eddy también recibió un respaldo considerable, ya que Hunt continuó diciendo que había experimentado de primera mano la eficacia del tratamiento por medio de la Ciencia Cristiana. Elogiaba Ciencia y Salud. “Sus enseñanzas se basan en verdades de la Biblia”, afirmaba, “y sus doctrinas son de un alto nivel y puras. Ciertamente, es un libro maravilloso y su lectura podría ser beneficiosa para todos”.7 Su conclusión era “observar con mucho interés el futuro de esta nueva teoría” y “examinarlo todo y retener lo bueno”.8 A fin de cuentas, Eddy quizá haya hecho bien en sentirse un poco alentada por este esfuerzo fuera de Boston.
Si desea leer conferencias y sermones de la década de 1880 (en inglés), incluyendo cómo la gente estaba descubriendo y acogiendo la “nueva teoría” de Eddy, visite mbepapers.org.
- John Dagget, A Sketch of the History of Attleborough [Una breve historia de Attleborough] (Boston: Samuel Usher, 1894), 366-394.
- Mary Baker Eddy a Eldridge J. Smith, 10 de abril de 1884, L02058.
- En enero de 1884, George D. Choate dejó la Iglesia de Cristo (Científico) y trabajó como sanador mental en Providence, Rhode Island. Después regresó a Boston y ayudó a su esposa, Clara Elizabeth Choate, con la gestión del Colegio Metafísico Choate.
- George D. Choate a Eddy, 29 de noviembre de 1881, IC 025b.10.008.
- Ibíd.
- ”Ciencia Cristiana”, Attlebrorough Chronicle, 17 de diciembre de 1881.
- Ibíd.
- Ibíd.