Mujeres que marcaron la historia: Clara Shannon

Clara Shannon, circa 1892. P01593. Fotógrafo desconocido.
Clara Marie Sainsbury Shannon (1858-1930) fue una de las personas más cercanas a Mary Baker Eddy durante más de 20 años. Durante ese tiempo estudió Ciencia Cristiana con Eddy, trabajó como integrante de su personal y fue testigo directo de algunos de los momentos más significativos de su vida. “La querida señorita Shannon”, escribió Eddy una vez, “es una de las sales de la tierra”.1
Nacida en Inglaterra, Clara Shannon emigró con su familia a Montreal, Canadá, en 1873. Allí ella y su hermana Blanche conocieron la Ciencia Cristiana en 1886 y pronto descubrieron que las sanaba de sus dolencias físicas.2
Clara Shannon conoció a Mary Baker Eddy cuando tomó instrucción de Clase Primaria de la Ciencia Cristiana en septiembre de 1888.3 Lo que aprendió tuvo un gran impacto. Por ejemplo, más tarde Mary Baker Eddy relató un hecho que ocurrió cuando estaba terminando un día de enseñanza y de pronto le trajeron una mujer que sufría de una enfermedad mental:
Yo me detuve a observar el cambio de expresión que se produjo en la cara de la mujer, el temor fue suplantado por paz y gozo. Y, ¡Oh!, ¡Cuánto amor expresaba el semblante de nuestra Guía cuando miraba a la mujer, le extendía ambos brazos y la ayudaba a levantarse, diciéndole: “¡Levántate, querida!” Entonces, nuestra querida Maestra puso la cabeza de la pobrecita en su hombro y acarició su cara, mientras le hablaba la verdad con amor.4
Algunas semanas después, Clara Shannon le escribió a Mary Baker Eddy lo siguiente: “Gracias una vez más y siempre por toda su bondad para conmigo, cuyo amor jamás puede morir. Es tan grandioso que no puedo expresarlo con palabras. ¡Dios, la Vida, el Amor son tan diferentes ahora!”5 Después de la clase regresó a Montreal y dio inicio a su práctica sanadora.6
Durante los siguientes años, Clara Shannon mantuvo una correspondencia continua con Mary Baker Eddy, pidiéndole consejo para sanar pacientes, informándole acerca del progreso de la Ciencia Cristiana en Montreal, o simplemente expresando gratitud por el trabajo de Eddy.7 Ella continuó sus estudios, inscribiéndose en la Clase Normal del Colegio de Metafísica de Massachusetts el 21 de mayo de 1889. Mary Baker Eddy enseñó solamente el primer día y luego dejó su lugar a Ebenezer J. Foster Eddy. Esa fue la última clase que Eddy enseñó hasta noviembre de 1898.8 No obstante, durante todo ese tiempo Mary Baker Eddy apoyó el trabajo de Clara Shannon. Por ejemplo, en junio de 1899 escribió: “Mi querida alumna: me regocijo en el progreso que veo en ti. Continúa trabajando para tu área del Movimiento y segarás lo que ahora siembras; tu fidelidad, y tus honestos motivos traerán su recompensa.9
En junio de 1882 Eddy se mudó de Boston a Concord, New Hampshire, estableciendo su residencia allí y llamándola Pleasant View. Shannon fue uno de los acompañantes elegidos para venir y vivir allí, junto a otras personas notables como Laura Sargent y Calvin Frye. Trabajó en el hogar de Pleasant View de manera intermitente desde 1892 hasta 1903, quedándose allí a menudo cuando Sargent no estaba. Su período más largo de servicio fue desde septiembre de 1894 hasta enero de 1899.10 Como integrante del personal, Laura Shannon se convirtió en una de las confidentes más fieles de Eddy. En su reminiscencia encontramos algunos relatos conmovedores y personales de los comienzos de la vida de Eddy, entre ellos el siguiente:
He aquí una anécdota que [Mary Baker Eddy] me contó como una lección de economía y que me enseñó a no malgastar. Cuando eran niños, en las noches de invierno su familia solía desgranar maíz como comida para los pollos, etc. En una ocasión la pequeña Mary estaba sentada junto al fuego y mientras desgranaba, se le cayó un grano de la falda. Ella lo empujó con su piececito hacia las brasas. Su madre le dijo: “Mary, agáchate y recoge ese grano”. Ella le respondió: “¡Pero, mamá! Es solo un grano”. “No importa”, le respondió su madre. “Servirá como comida para un pollito”. Nunca olvidé esa lección.11
Mary Baker Eddy también le habló a Clara Shannon de la importancia de Ciencia y Salud con la Llave de las Escrituras y de por qué decidió publicar un libro acerca de su estudio de la curación. A Eddy la habían llamado para que diera tratamiento por medio de la Ciencia Cristiana a una mujer que estaba sufriendo de “tisis”,12 a quien los médicos no habían podido ayudar. Clara Shannon narró que Mary Baker Eddy le contó acerca de una conversación que tuvo lugar después de que la mujer se recuperara:
Uno de los doctores, un anciano y experimentado médico que presenció la curación, le dijo: “¿Cómo lo hizo, qué hizo?”. Ella le respondió: “No sé qué decirle, fue Dios”, a lo que el médico contestó: “¿Por qué no lo escribe en un libro, lo publica y se lo da al mundo?”. Al volver a casa ella abrió su Biblia y sus ojos se posaron en las palabras: “Así habló Jehová, Dios de Israel, diciendo: Escríbete en un libro todas las palabras que te he hablado”. Jeremías 30:2, lo que fue para ella una prueba de la dirección de Dios.13
Como empleada de Pleasant View, Clara Shannon fue testigo de algunos de los momentos más significativos de los primeros años de la Ciencia Cristiana. Uno de los más conocidos fue la primera visita de Mary Baker Eddy, el 1o de abril de 1895, al recién terminado Edificio Original de La Iglesia Madre en Boston. Eddy, Shannon y Frye habían viajado desde Pleasant View temprano esa mañana, y Shannon contó lo que vio cuando Eddy entró por primera vez al edificio:
La Madre caminó hacia el Auditorio y yo la seguí y me quedé en la parte de atrás de la iglesia, cerca de la puerta, de modo que si necesitaba algo tuviera a alguien a mano.
Nuestra Guía caminó por la nave izquierda de la iglesia, de frente al púlpito del Lector; caminaba muy lentamente y a veces se detenía, mirando hacia arriba y a su alrededor; continuó haciendo esto hasta que llegó a la plataforma de los Lectores y se detuvo en los escalones que conducían a ella. Allí se arrodilló en el primer escalón y yo sé bien que su corazón se estaba elevando en gratitud al Amor divino por haberla guiado Dios todo el camino. 14
Este fue un momento de profunda importancia, no solo para Mary Baker Eddy sino también para otros de los primeros trabajadores del Movimiento de la Ciencia Cristiana. Clara Shannon también narró lo siguiente:
Luego la Madre cruzó la iglesia y vio al Sr. Colman15 llorando; estaba sentado en el banco frente a mí con la cabeza inclinada apoyada en el banco frente a él. Estaba rebosante de alegría, lleno de recuerdos y emocionado por lo que había visto y oído.
Nuestra Guía fue hacia el banco, se sentó a su lado, le tocó el hombro y le dijo: “¿Recuerdas, hermano, los tiempos en que íbamos al Hall para tener nuestros servicios religiosos allí, cómo teníamos que recoger papeles y pedazos de cáscaras de naranja para limpiar la habitación?”. Luego le recordó otras cosas que habían sucedido en esa época, y le dijo cuán diferente era todo por entonces, y cuánto tenían que agradecer a Dios, y lo alentó a mirar hacia arriba en acción de gracias y con regocijo.16
En 1903, a instancias de Mary Baker Eddy, Clara Shannon regresó a Inglaterra para dedicarse a la curación allí. Más tarde se convirtió en maestra de la Ciencia Cristiana. Durante esa época viajó al Medio Oriente.17 Si bien no hay registro de la razón específica de ese viaje, Eddy podría haberlo sugerido. En su reminiscencia, Lady Victoria Murray relató que en una visita que le hizo a Mary Baker Eddy ella expresó su propio interés en hacer ese viaje. Murray contó: “Ella [Eddy] mostró interés y placer cuando mi padre le habló de sus viajes y de Escocia, y expresó su deseo de viajar, especialmente para ver la Tierra Santa”.18
Clara Shannon en la Tierra Santa, s.f., P01594. Fotógrafo desconocido.
Más tarde Clara Shannon escribió un artículo en el que reflexionó sobre su visita a Palestina. Durante el viaje de Jericó a Jerusalén, su grupo se detuvo en un lugar llamado La Fuente de los Apóstoles. Allí vieron a un pastor cargando una oveja. A partir de esa experiencia, ella escribió acerca de la importancia de cuidar a quienes especialmente lo necesitan:
Después aprendí lo que sucedía al final de cada día, cuando las ovejas eran llevadas al redil. Al llegar al redil, el pastor entraba por la puerta, atravesaba su vara por ella y dejaba entrar una oveja. Entonces le examinaba las patas, las rodillas, el manto, la cara y la cabeza, y con su cuerno de aceite ungía los lugares que estaban lastimados o raspados, le lavaba la cara y la cabeza con aceite, llenaba de agua hasta el borde la copa que se guardaba allí con ese propósito y dejaba a la oveja beber hasta que se saciaba, como leemos en el Salmo 23: “Unges mi cabeza con aceite, mi copa está rebosando”. El pastor hacía esto con cada una de las ovejas y luego cerraba la puerta y se quedaba con ellas toda la noche.
La vara del pastor no se usa para golpear sino para liberar. Si falta una oveja, el pastor la llama, y si no viene, la va a buscar. Si la encuentra con los cuernos enredados en espinas y matorrales, con la vara (que tiene un extremo curvado), la saca, poniéndola así en libertad. Además, si la oveja se extravía en la propiedad de otro hombre, el pastor la rescata. El cayado se usa para proteger y defender a las ovejas de las bestias salvajes o cualquier cosa que las ataque; de ahí el versículo, “Tu vara y tu cayado me infundirán aliento”.19
Clara Shannon siguió siendo practicista y maestra de la Ciencia Cristiana, y vivió en Londres el resto de su vida. Por momentos enfrentó problemas económicos y de salud, pero en general hizo una contribución positiva al Movimiento en Inglaterra. La Junta Directiva de la Ciencia Cristiana le otorgó una pensión en la década de 1920, tras enterarse de que Lord y Lady Astor, prominentes Científicos Cristianos británicos, la habían estado ayudando económicamente.20
Aunque el trabajo de Clara Shannon durante los primeros años de la Ciencia Cristiana fue por cierto importante, nuestra colección muestra claramente que el amor y el apoyo específicos que dio a Mary Baker Eddy fueron excepcionales. Parte de una nota que ella recibió en 1892 indica el reconocimiento de ese hecho por parte de Eddy y su profunda gratitud: “Te agradezco, mi querida, primero: por ti misma; segundo: por lo que eres para mí; tercero: por el bien que haces…”.21
Escuche Mujeres que marcaron la historia, de los Archivos de la Biblioteca Mary Baker Eddy (en inglés), un episodio de podcast de Seekers and Scholars [Buscadores y acádemicos] en el que participan los integrantes del personal de la Biblioteca Steve Graham y Dorothy Rivera.
Este blog también se puede leer en este sitio Web en alemán, francés, inglés y portugués.
- Mary Baker Eddy a Marguerite Sym, 7 de mayo de 1889, L05555.
- H. Roy y Gladys Gertrude Conway, “How Christian Science came to Montreal, Que.” [Cómo llegó la Ciencia Cristiana a Montreal, Quebec], 2 de octubre de 1969; ubicación en la Colección de la Biblioteca Mary Baker Eddy: Subject File, Clara M.S. Shannon (1858-1930), 1.
- “The Students of Mary Baker Eddy” [Los alumnos de Mary Baker Eddy], La Biblioteca Mary Baker Eddy, 7 de enero de 2019. https://www.marybakereddylibrary.org/research/who-took-classes-on-christian-science-with-mary-baker-eddy/
- Yvonne Cache von Fettweis and Robert Warneck, Mary Baker Eddy: Una vida consagrada a la curación cristiana (Boston: The Christian Science Publishing Society, 2003), 149-150.
- Clara M.S. Shannon a Mary Baker Eddy, 18 de octubre de 1888, IC318.44.003.
- H. Roy y Gladys Gertrude Conway, “How Christian Science came to Montreal, Que.”, 2 de octubre de 1969; Subject File, Clara M.S. Shannon (1858-1930), 1.
- Véase, por ejemplo, Clara M.S. Shannon a Mary Baker Eddy, 15 de febrero de 1889, IC318.44.009.
- “The Students of Mary Baker Eddy”, La Biblioteca Mary Baker Eddy, 7 de enero de 2019, https://www.marybakereddylibrary.org/research/who-took-classes-on-christian-science-with-mary-baker-eddy/
- Mary Baker Eddy a Clara M.S. Shannon, 4 de julio de 1889, L07751.
- We Knew Mary Baker Eddy, Expanded Edition, Volume II [Conocimos a Mary Baker Eddy, Edición ampliada, Volumen II] (Boston: The Christian Science Publishing Society, 2013), 174; Robert Peel, Mary Baker Eddy: The Years of Authority [Mary Baker Eddy: Los años de autoridad] (Boston: The Christian Science Publishing Society, 1977), 12.
- Clara Shannon, “Golden Memories” [Memorias doradas], 1927, reminiscencia, 8.
- Probablemente se refería a la tuberculosis. Sin embargo, en esa época la tisis se diagnosticaba en función de diversos sintomas y los términos no son sinónimos.
- Clara Shannon, “Golden Memories”, 1927, reminiscencia, 24.
- Ibíd., 44-45.
- E. L. (Erwin Leslie) Colman (1849-1895).
- Clara Shannon, “Golden Memories”, 1927, reminiscencia, Clara Shannon, 47.
- We Knew Mary Baker Eddy, Expanded Edition, Volume II (Boston: The Christian Science Publishing Society, 2013), 175.
- Victoria Murray, 1918, reminiscencia, 1.
- Clara Shannon, “St. John. Chapter X 4, 5, 7, 9, 11, 14, 15, 27-30” [San Juan, Capítulo 10: 4, 5, 7, 9, 11, 14, 15, 27-30], s.f.; Subject File, Clara M.S. Shannon (1858-1930), 1-2.
- Hermann S. Hering a la Junta Directiva de la Ciencia Cristiana, 24 de agosto de 1929.
- Mary Baker Eddy a Clara M.S. Shannon, 10 de octubre de 1892, L07757.