Mujeres que marcaron la historia: Dorothy Maubane
Dorothy Maubane, del número de julio de 2002 de The Christian Science Journal. Usado con permiso.
Dorothy Dipuo Maubane (1943-2004) fue una exitosa mujer de negocios que rompió barreras y fue practicista, maestra y conferenciante de la Ciencia Cristiana. Su activismo espiritual ayudó a mucha gente a superar la agitación política, la violencia, la pobreza, el miedo, la ira y el dolor. Donde otros veían violencia, opresión e injusticia, ella veía oportunidades para establecer orden, compasión y justicia, cambiando su propia vida y la de los demás de manera profunda.
Nació y creció en Pretoria, Sudáfrica, en una época en la que, por ley, los sudafricanos negros no gozaban de los mismos derechos y libertades que tenían los blancos. En 1948, el Partido Nacional, exclusivamente blanco, llegó al poder e inmediatamente se dispuso a aprobar nuevas leyes que imponían la segregación entre las diferentes razas, así como las restricciones legales existentes, en un sistema conocido como apartheid (en afrikáans “apartamiento”).1 Maubane no era ajena al efecto de las leyes del apartheid. Ella dijo acerca de su experiencia: “Sufría discriminación debido al color de mi piel, mi raza, mi sexo, mi religión, mi incapacidad para hablar el idioma del poder gobernante, y sentía que me evaluaban deliberadamente como no calificada o sobrecalificada para un determinado empleo”.2
Conoció la Ciencia Cristiana a través de su esposo, Moses Maubane, quien recién había comenzado a estudiar esta religión cuando se casaron. Al principio se opuso a ella, hasta que se sanó de hinchazón en un tobillo.3 Poco después, experimentó una curación fundamental que la puso en el camino de ser una pacificadora. Al orar para encontrar empleo con la ayuda de un practicista, se sintió guiada a mencionar que odiaba el afrikáans, pues consideraba que era el idioma de sus opresores. El practicista le habló “extensamente acerca de Dios y de Su gobierno, y mi misión en este gobierno espiritual”. Poco después consiguió empleo, pero pronto descubrió que era para una empresa de hablantes de afrikáans. Esta resultó ser una experiencia importante que la ayudó a ver a todas las personas como hijos de Dios, sin importar su color de piel, partidarismo político o comportamiento, en lugar de seres humanos que podían ser capaces de expresar gran bondad o gran crueldad:
Mientras trabajaba para esta compañía aprendí a ver a los [afrikáners] como hijos de Dios, amados por Él, igual que los de mi propia raza. Cambié el odio por amor. Pude empezar a ver mucho bien entre los [afrikáners] que llegaron a ser mis amigos. Comencé a hablar el idioma sin prejuicio.4
De esta forma comenzó su viaje para convertirse, en sus propias palabras, en una “activista espiritual”, orando para invocar la ley de Dios, en lugar de la ley humana, a fin de desplazar cualquier cosa que no fuera correcta o justa.5
En entrevistas radiales Maubane explicó que, en su opinión, la forma más poderosa y efectiva de activismo no provenía de personas marchando juntas en solidaridad ni organizando protestas o disturbios. Ella pensaba que el verdadero cambio resultaba del compromiso individual de responder a los problemas a través de la oración, no de la “fuerza de las movilizaciones sociales”. También contó cómo a principios de la década de 1980, su familia oró por las leyes injustas de propiedad de la tierra, específicamente por su propia situación. Como resultado de la oración, su familia fue la primera de su zona en recibir un terreno de tamaño adecuado. Cuando otras personas vieron los pasos prácticos que la oración guió a dar a su familia, comenzaron a seguir su ejemplo, lo que resultó en beneficios para todos.6
Maubane tuvo una exitosa carrera en los negocios. Entre otros cargos, fue secretaria general de la Unión de Consumidores Negros de Sudáfrica y vicepresidenta de la Cámara de Comercio e Industria de Mujeres Negras.7 Fue también traductora de libros para niños. Algunas veces trabajó como traductora para La Iglesia Madre, en Boston (La Primera Iglesia de Cristo, Científico).
En 1989, ingresó en la práctica pública de la Ciencia Cristiana, dedicando todo su tiempo a ayudar a otras personas a sanarse mediante la oración.8 Habían pasado más de 20 años desde el momento en que le fue presentada la Ciencia Cristiana. Un año después, fue electa para integrar el Cuerpo de Conferenciantes de la Ciencia Cristiana, y continuó dando charlas sobre la curación en distintas partes del mundo durante muchos años.9 Como lo demuestran sus artículos y el nombramiento anual de conferenciantes anunciado en los números sobre la Asamblea Anual del Journal, Maubane se anunció como integrante del Cuerpo de Conferenciantes desde 1990 hasta su fallecimiento en 2004. En 1994, se recibió de maestra de la Ciencia Cristiana y comenzó a enseñar a otros estudiantes a ser sanadores.10
Pero aun antes de anunciarse en The Christian Science Journal como practicista, Maubane había superado grandes desafíos y ayudado a otras personas mediante la oración.
Por ejemplo, cuando decidió recibir instrucción de Clase Primaria,11 solicitó ser exonerada del pago del precio del curso, pues tanto ella como su esposo estaban sin trabajo y tenía un niño pequeño que atender. Pero el maestro se negó. “En su lugar”, recordó en un artículo que escribió décadas después, “me dijo que iba a orar para ayudarme a probar que Dios proveía todo lo que yo necesitaba”.12 La oración resultó en bendiciones inmediatas. Primero, su esposo encontró de pronto un trabajo con pagos semanales y ella logró pagar el precio de la clase en dos cuotas. Todos los demás problemas logísticos se resolvieron y pudo hallar la forma de cumplir con requisitos legales relacionados con su presencia en la ciudad donde tuvo lugar la clase. Más importante aun, como resultado de esta experiencia descubrió que podía deshacerse de su propia autoidentificación y etiqueta de “pobre, desfavorecida, desposeída”.13 “Dejé de pensar que era aceptable recibir caridad sin dar nada a cambio”, reflexionó. “En este caso, lo que di a cambio fue mi confianza, constancia, confianza y tiempo dedicado al estudio espiritual, todo lo cual sacó a la luz la imposibilidad de ser separada de la bondad de Dios”.14 Y ella era una generosa dadora, especialmente en este último aspecto. En un artículo de 2003 para el Christian Science Sentinel, ella se refirió a sus hábitos de estudio espiritual:
Mis oraciones diarias comienzan a las 3 de la mañana… Pero mis oraciones no se restringen solo a esas horas de quietud matinales. Durante mi apretada agenda, tomo momentos de reflexión tranquila de mi oración matutina para ganar paz interior, calma y tranquilidad.15
Años después de la instrucción de clase de Maubane, cuando los disturbios eran comunes en el barrio en que vivía, ella y su familia enfrentaron la terrible amenaza de que su casa fuera incendiada, algo bastante común para las familias negras exitosas durante aquella época. A los estudiantes negros también se les prohibía frecuentemente asistir a la escuela. La familia oró unida y, aunque su casa fue amenazada, nada sucedió, y los niños pudieron seguir asistiendo a la escuela. La forma en que oraron demuestra el activismo espiritual de Maubane. Ella explicó cómo oraron para liberarse del miedo:
Cuando el miedo en un país se vuelve extremo, la gente a veces se retrae en sí misma y se vuelve indiferente al mal que la confronta. […] En lugar de encerrarse en uno mismo, ¿por qué no revertir el proceso, darle un vuelco al miedo y dejarse atraer hacia afuera, hacia mayores expresiones de amor?
En mi país, Sudáfrica, esta es ciertamente la gran necesidad. Seamos blancos o negros, podemos abrirnos y extender una mano de amistad más allá del color de piel que tengamos. El hecho de que las leyes del apartheid hayan separado a las personas durante décadas no significa que no podamos hacer amigos y conocernos unos a otros. Después de todo, ¿no tenemos todos un mismo Padre, es decir, Dios? ¿Y no nos muestra la Ciencia Cristiana que Dios solo crea una clase de hombre: el hombre espiritual? Sobre esta base podemos reconocer y sentir nuestra hermandad con todas las personas, sin importar raza o color.16
En otro artículo donde ella contó la misma historia, puso énfasis en una declaración de Mary Baker Eddy en 1909: “… no considero este ataque contra mí como una prueba, porque cuando estas cosas dejen de bendecir dejarán de ocurrir”.17 Maubane escribió:
La gente pregunta cómo podemos vivir en un pueblo donde el crimen, el desenfreno, etc., son tan comunes. Pero siempre contestamos que es aquí donde más se nos necesita para contribuir por medio de la oración al bien de la humanidad. Las condiciones prevalecientes en África del Sur en estos momentos son conducentes al progreso espiritual, y sentimos que no es una coincidencia que en estos precisos momentos nosotros, que somos negros, vivamos residamos en esta parte del mundo donde hay tantos disturbios.18
De orígenes humildes, Moses Maubane se transformó en un empleado bancario exitoso y en una estrella en ascenso en la comunidad empresarial sudafricana.19 Como director ejecutivo del único banco negro de Sudáfrica, vio la necesidad de que el African Bank se involucrara en la banca de negocios, donde solo los blancos tenían experiencia.20 Después de orar, fue guiado a contratar a dos hombres blancos para dirigir al banco en esta nueva dirección. Sin embargo, estos hombres defraudaron al Gobierno sudafricano por millones de rands y lo incriminaron a él en la estafa. Los bienes de la familia fueron congelados y luego entregados al Gobierno.21 Moses fue rápidamente exculpado y los responsables de la maniobra, enviados a prisión. Pero enfermó y falleció antes de que se hiciera justicia. Maubane se quedó viuda y desconsolada; al principio no tenía activos financieros, hasta que finalmente le fueron devueltos y el nombre de su marido quedó limpio. “Me sentí arrojada a un desierto mental y me invadió un gran temor”, escribió. “El dolor, la autocompasión, la depresión, el shock, la conmoción y la culpa traumatizaron mis pensamientos y sentimientos”.22 En otra ocasión recordó: “La gente pensaba que me suicidaría o me volvería alcohólica. Pero la oración me ayudó a superar la pérdida de este ser querido, la pérdida de activos financieros, amigos, confianza y respeto”.23
Durante este tiempo de profunda oración y confianza en Dios, Maubane se convirtió en practicista de la Ciencia Cristiana y poco después fue nombrada miembro del Cuerpo de Conferenciantes de la Ciencia Cristiana. El abundante amor y la generosidad que le prodigaron sus amigos, tanto blancos como negros, la animaron y la ayudaron a satisfacer las necesidades de su familia. La educación de sus hijos nunca se vio interrumpida.24
En cuanto a los dos afrikáners que incriminaron a su marido, sintió que debía perdonarlos. No fue fácil hacerlo, pero ella procuró seguir las enseñanzas de Jesús en cuanto al perdón.25 Al mantenerse firme en la idea de amar a todos, cualquiera fuera el color de su piel, encontró paz.26
En un hecho inusual, Maubane fue invitada a visitar a los dos afrikáners que habían sido enviados a prisión. Los negros no solían visitar a blancos encarcelados. En principio estaba previsto que pasara 30 minutos en la prisión, pero estuvo allí tres horas, a tal punto que el encargado de la cárcel le preparó té. Durante ese tiempo ella les aseguró a los hombres que no solo ella, sino también toda su familia, los habían perdonado.27 Cuando fueron liberados después de cumplir 4 de sus 14 años de sentencia, Maubane los invitó a su casa a comer una parrillada. Las familias se hicieron amigas y los hombres siempre estaban dispuestos a venir a ayudarla con las cosas de la casa.28
Sin embargo, esa no fue la única vez que Maubane cruzó las barreras raciales para ofrecer una rama de olivo. En un artículo de 1996 del Sentinel, escribió sobre otro caso en el que contrató a un joven afrikáner para instalar un sistema de seguridad en su hogar. Podría haber elegido una empresa de renombre, pero en su lugar, se sintió guiada por Dios a ayudar a este joven, a pesar de su falta de experiencia. El primer día de trabajo, el joven mencionó que acababa de ser dado de baja del ejército, tras haber prestado servicio en Katlehong, un municipio negro cerca de Johannesburgo. Maubane comentó: “Pero ese es el lugar donde el ejército cometió las peores atrocidades contra los negros, incluso después de que la constitución provisional entrara en vigor alrededor de 1993”.29 El joven asintió. “Estaba tranquila”, recordó. “He aquí un afrikáner blanco relacionado con el asesinato de mi propia gente en circunstancias muy crueles. Me sorprendió su honestidad”.30
Ella le habló de su práctica de la Ciencia Cristiana y le explicó: “Si no amo a los demás, no puedo sanarlos”.31 Ella le dijo que “Cristo Jesús nos prometió ‘Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia’ (Mateo 5:7). Cuando expresamos y reconocemos en otros estas mismas cualidades de amor, misericordia, mansedumbre, honestidad, nos resulta más fácil perdonar los errores”.32 El joven le contó que había tenido pesadillas desde sus días en el ejército, pero que después de hablar con ella le confesó a su familia y a un sacerdote todas las cosas que había hecho. A partir de entonces se terminaron las pesadillas y el joven se transformó. Maubane evaluó lo que ella pensaba que había sucedido:
Creo que este hombre fue rehabilitado por el poder de la verdad de Dios y el hombre que compartimos. Primero tuve que ver la verdad yo misma, para poder mostrarle mi propio sentido de libertad, que conmovió tanto su consciencia que él también se sanó. Luego afrontó sus pecados, buscando el perdón y la reconciliación con su familia y con Dios. Yo le había ofrecido amor en acción. Él había respondido a su toque sanador y ese toque lo liberó.33
Maubane escribió enfáticamente sobre su gratitud por los muy tangibles beneficios que ella atribuía al perdón y al amor por los demás:
El perdón, la verdad y la reconciliación representan un compromiso con una forma de vida ordenada por Dios. Este compromiso de vivir en unidad nos abrió a mí y a mi familia las puertas de una gran libertad. Por primera vez en mi vida no solo tenía derecho a votar, sino también a elegir dónde vivir. Oré para encontrar un hogar que nos diera seguridad, felicidad, amor fraternal y belleza. Y Dios me respondió dándome un hogar así en el corazón de Pretoria. Mi vecindario es 99 por ciento afrikáner y el resto es inglés y de otras nacionalidades. Por el momento la mía es la única familia negra. ¡Qué opción me dio Dios! ¡Encontrar seguridad, amor, felicidad, belleza, amor fraternal, unidad y compañerismo con aquellos que podrían considerarse mis anteriores opresores! ¡Sin embargo, he recibido tanto amor y bondad! Nos escuchamos cada vez más y nos maravillamos de las similitudes de nuestros orígenes, experiencias y creencias espirituales. Descubrimos que tenemos más cosas en común que diferentes.34
Este activismo espiritual que Maubane puso en práctica se aplicó a algo más que situaciones en su propia esfera. Participó activamente en eventos internacionales, entre ellos los encuentros de jóvenes celebrados en 199035 y una conferencia de paz de mujeres en 2002.36 Sus artículos y entrevistas en las publicaciones periódicas de la Ciencia Cristiana contienen referencias a importantes acontecimientos internacionales, como el fin del apartheid sudafricano, la caída del Muro de Berlín, los disturbios políticos en Irlanda del Norte, las luchas en la antigua Unión Soviética, el conflicto armado de Kosovo de finales de los años 1990 y la paz Medio Oriente.
A principios de la década de 1990, Maubane dio una charla en Jerusalén Este. Un asesor del líder de la Organización para la Liberación de Palestina, Yasser Arafat, asistió a la charla. Apenas terminó la charla, ese hombre increpó a Maubane. Ella contó: “El hombre quería saber qué autoridad tenía yo para hablar sobre el perdón cuando los palestinos tenían que pasar todos los días frente a sus hogares, de los que habían sido desalojados por la fuerza hacía muchos años”. Él le preguntó: “¿Cómo puedes perdonar a los israelíes que ocuparon tu casa cuando tuviste que irte solo con la ropa que llevabas puesta?”.37 Ella le contó brevemente sus propias experiencias cuando la sacaron por la fuerza de su casa y le quitaron la ciudadanía debido a su origen étnico. Luego recurrió a un fundamento más espiritual para sus afirmaciones, explicando la necesidad de dejar de lado la ira, el miedo, el odio y la venganza.38 Y agregó que el asesor de Arafat la escuchó y finalmente comprendió que, según sus palabras, “al haber yo perdonado, tenía derecho a hablar sobre el perdón y el amor y a alentar estos atributos tanto entre los palestinos como entre los judíos que habían asistido a la charla”. Y concluyó: “… realmente siento que no es una mera coincidencia que, unos meses después, representantes de Arafat estuvieran dispuestos a negociar con Israel en Estados Unidos”.39
Dorothy Maubane estaba impulsada por un profundo sentido de justicia, perdón y amor a Dios y a la humanidad, basado en su práctica de la Ciencia Cristiana. En un artículo de 2001 escribió lo siguiente:
Hablando en términos generales, se recibe en proporción a la medida en que se da. Si das con crítica y limitación, es probable que tu vida sea propensa a criticar y a ser limitada. Ese dar miserable fomenta la pobreza. El remedio es dar no de lo que sobra, sino de acuerdo con lo que es recto ante Dios.40
Esta frase describe lo que ella hizo y cómo vivió una vida intensa y plena que bendijo a innumerables personas.
Este artículo también se puede leer en este sitio web en alemán, francés, inglés y portugués.
- Si bien el Gobierno dijo que el objetivo era que las razas estuvieran separadas pero que tuvieran iguales derechos, y se desarrollaran independientemente y aparte unas de otras, el resultado real de estas leyes fue que a los sudafricanos negros se les negó el acceso a recursos y oportunidades, y en muchos casos fueron expulsados por la fuerza de sus hogares y reubicados en municipios exclusivos (“townships”) para negros o en “tierras de origen” tribales. A quienes fueron expulsados a sus tierras de origen, como le sucedió a Maubane durante un tiempo, siendo ya adulta, se les quitó la ciudadanía sudafricana. Las violaciones de estas nuevas leyes podían resultar en multas, encarcelamiento e incluso la muerte.
- Dorothy Dipuo Maubane, “Being free from racial discrimination” [Libres de discriminación racial], Christian Science Sentinel, 8 de julio de 1996, 13-16, https://sentinel.christianscience.com/issues/1996/7/98-28/being-free-from-racial-discrimination?s=copylink.
- Dorothy Maubane, testimonio, El Heraldo de la Ciencia Cristiana, noviembre de 1988, 49-51, https://es.herald.christianscience.com/shared/view/1tod6mvzg12?s=copylink.
- Ibid., 49.
- Dorothy Maubane, “Dealing with intolerance” [Haciendo frente a la intolerancia], The Herald of Christian Science-Radio Edition (edición radial), 23 de febrero de 1990, 02:17-11:43, https://sentinel.christianscience.com/sentinel-audio/sentinel-radio-edition/1990/dealing-with-intolerance?s=copylink.
- Dorothy Maubane, “God governing our thinking” [Dios gobierna nuestro pensar], Christian Science Sentinel-Radio Edition, 7 de mayo de 1994, 30:45-39:51, https://sentinel.christianscience.com/sentinel-audio/sentinel-radio-edition/1994/god-governing-our-thinking?s=copylink.
- Virginia S. Harris, Mary Weldon Ridgway, Dorothy D. Maubane, “Three delegates to Geneva peace conference talk about prayer’s role” [Tres delegadas de la conferencia de paz de Ginebra hablan sobre el papel de la oración], The Christian Science Journal, diciembre de 2002, 6-9, https://journal.christianscience.com/issues/2002/12/120-12/three-delegates-to-geneva-peace-conference-talk-about-prayer-s-role?s=copylink.
- Su primer anuncio en el Journal puede verse en línea en el directorio descargable en PDF en https://journal.christianscience.com/issues/1989.
- “Annual Meeting of The Mother Church 1990” [Asamblea Anual de La Iglesia Madre de 1990], Journal, septiembre de 1990, 27-28, https://journal.christianscience.com/issues/1990/9/108-9/annual-meeting-of-the-mother-church-1990?s=copylink.
- La primera mención de Maubane como maestra fue en el anuncio sobre “The 1994 Normal Class” [La Clase Normal de 1994], publicado en el Journal de marzo de 1995, 47-49, https://journal.christianscience.com/issues/1995/3/113-3/the-1994-normal-class?s=copylink.
- La Clase Primaria es un curso de 12 días para aprender a orar y sanar por medio de la Ciencia Cristiana.
- Dorothy Maubane, “Helping people help themselves” [Ayudando a la gente a ayudarse a sí misma], Sentinel, 21 de mayo de 2001, 15-17, https://sentinel.christianscience.com/issues/2001/5/103-21/helping-people-help-themselves?s=copylink.
- Ibid.
- Ibid.
- Dorothy Maubane, “Real peace is permanent” [La verdadera paz es permanente], Sentinel, 14 de abril de 2003, 22, https://sentinel.christianscience.com/issues/2003/4/105-15/real-peace-is-permanent?s=copylink.
- Dorothy Maubane, “Fear gripping a country can be reversed” [El miedo que encadena a un país puede superarse], Sentinel, 8 de enero de 1990, 3-8, https://sentinel.christianscience.com/issues/1990/1/92-2/fear-gripping-a-country-can-be-reversed?s=copylink.
- Mary Baker Eddy, La Primera Iglesia de Cristo, Científico, y Miscelánea (Boston: The Christian Science Board of Directors), 143.
- Dorothy Maubane, testimonio, Heraldo, noviembre de 1988.
- Véase Paul Van Slambrouck, “To be young, black, and making it in South Africa” [Ser joven, negro, y triunfar en Sudáfrica], The Christian Science Monitor, 1o de agosto de 1983, 4.
- Ver Gary Thatcher, “S. Africa’s Catch-22 for blacks: no Marxism, and barely any capitalism” [Misión imposible en Sudáfrica para los negros: Sin marxismo y casi nada de capitalismo], Monitor, 11 de marzo de 1981, 13. Otras fuentes también se refieren al African Bank como el primer o único banco negro de Sudáfrica en ese momento.
- Dorothy Maubane, “Forgiveness” [El perdón], Sentinel-Radio Edition, 1o de mayo de 1993, 14:10-21:02, https://sentinel.christianscience.com/sentinel-audio/sentinel-radio-edition/1993/forgiveness?s=copylink.
- Dorothy Maubane, testimonio, Journal, octubre de 1990, 33-34, https://journal.christianscience.com/issues/1990/10/108-10/it-is-with-profound-gratitude-for-blessings-that?s=copylink.
- Dorothy Maubane, “How I prayed when the bank failed” [Cómo oré cuando el banco cayó], Journal, julio de 2003, 13-15, https://journal.christianscience.com/issues/2003/7/121-7/how-i-prayed-when-the-bank-failed?s=copylink.
- Dorothy Maubane, testimonio, Journal, octubre de 1990.
- Ver, por ejemplo, Mateo 18:21, 22.
- Dorothy Maubane, “Forgiveness”, Sentinel-Radio Edition, 1o de mayo de 1993.
- Dorothy Maubane, “The power of peace” [El poder de la paz], Herald-Radio Edition, 26 de enero de 1991, 07:30-13:07, https://sentinel.christianscience.com/sentinel-audio/sentinel-radio-edition/1991/the-power-of-peace?s=copylink.
- Dorothy Maubane, “Forgiveness”, Sentinel-Radio Edition, 1o de mayo de 1993.
- Dorothy Maubane, “Truth and reconciliation are commissioned by God” [La Verdad y la reconciliación son un mandato divino], Sentinel, 2 de diciembre de 1996, 21-25, https://sentinel.christianscience.com/issues/1996/12/98-49/truth-and-reconciliation-are-commissioned-by-god?s=copylink.
- Ibid.
- Dorothy Maubane, “Forgiveness”, Sentinel-Radio Edition, 13 de junio de 1999, 08:20-19:00, https://sentinel.christianscience.com/sentinel-audio/sentinel-radio-edition/1999/forgiveness?s=copylink.
- Dorothy Maubane, “Truth and reconciliation are commissioned by God”, Sentinel, 21-25.
- Ibid.
- Ibid.
- “Special Report: Youth meetings” [Informe especial: Encuentros de jóvenes], Journal, diciembre de 1990, 20-22, https://journal.christianscience.com/issues/1990/12/108-12/special-report-youth-meetings?s=copylink.
- Dorothy Maubane, junto con Virginia S. Harris, presidenta de la Junta Directiva de la Ciencia Cristiana, y Mary Weldon Ridgway, Secretaria de La Primera Iglesia de Cristo, Científico, asistieron a la Iniciativa de Paz Global de Mujeres Líderes Religiosas y Espirituales, celebrada en la sede de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza. Virginia S. Harris, Mary Weldon Ridgway, Dorothy D. Maubane, “Three delegates to Geneva peace conference talk about prayer’s role”, Journal, diciembre de 2002, 6-9, https://journal.christianscience.com/issues/2002/12/120-12/three-delegates-to-geneva-peace-conference-talk-about-prayer-s-role?s=copylink.
- Dorothy Maubane, “In behalf of peace” [En nombre de la paz], Journal, abril de 2002, 10-11, https://journal.christianscience.com/issues/2002/4/120-4/in-behalf-of-peace?s=copylink.
- Dorothy Maubane, “A foundation for living peacefully in the Middle East – program 202” [Una base para vivir en paz en el Medio Oriente – programa 202], Sentinel-Radio Edition, 13 de enero de 2002, 20:35-27:15, https://sentinel.christianscience.com/sentinel-audio/sentinel-radio-edition/2002/a-foundation-for-living-together-peacefully-in-the-middle-east-program-202?s=copylink.
- Dorothy Maubane, “In behalf of peace”, Journal, abril de 2002.
- Dorothy Maubane, “Helping people help themselves”, Sentinel, 21 de mayo de 2001, 17.